Los niños pequeños enferman a menudo, mayoritariamente si están en un entorno en el que se relacionan con otros niños (en el colegio, en el parque, o si tienen hermanos) y la predisposición es mayor en época de frío. Tanto contagio tiene su parte buena y es que se les fortalece el sistema inmunitario desde bien pequeños pero, realmente no compensa sufrir tantos catarros, resfriados, gripes, anginas y demás molestias.

Con la llegada del invierno bajan las temperaturas y las defensas se debilitan. A eso hay que sumar aulas llenas de alumnos y también repletas de gérmenes, virus y bacterias se dan cita con molestos resfriados, gripes, gastroenteritis… entre otras enfermedades típicas de la fecha.

La gripe A, al igual que la gripe estacional o común, es una enfermedad infecciosa que afecta sobretodo a personas mayores y niños. Aunque no reviste gravedad, sí representa una amenaza seria para aquellos pacientes con enfermedades crónicas subyacentes. La prevención, para evitar contagios, es la mejor arma para combatirla.