El chupete está muy extendido en nuestra cultura. Sólo en España, el 75% de los niños menores de un año lo utiliza, y en torno al 20% sigue utilizándolo a los tres años. No se trata de un artículo radicalmente aconsejable o desaconsejable, ya que cuenta con ventajas y con inconvenientes casi en la misma proporción.