17 Nov La importancia de jugar con los hijos
Recuerdo un estudio que salió en televisión hace un años, en el que se pedía a los niños cual era el mejor regalo que podían recibir de sus padres. Muchos eligieron juguetes, pero lo sorprendente fue que una gran e inesperada cantidad solo pedían estar más tiempo con sus padres, jugando y haciendo cosas juntos.
El ritmo laboral que vivimos los padres actualmente, sobretodo en las ciudades, hace que cada vez estemos más ocupados y con menos tiempo libre. Como consecuencia llegamos a casa agotados tras una larga jornada y lo que menos apetece es tirarse por el suelo a jugar con los más pequeños, o encontrar la paciencia para lidiar con los que ya son adolescentes.
Olvidamos demasiado pronto que la infancia y pubertad de nuestros hijos pasa volando, que pronto se convertirán en personas adultas y que no nos necesitarán. Esos años y ese tiempo que hoy desaprovechamos por cansancio e inapetencia no volverá, y en un futuro no muy lejano nos pesará no haberlo aprovechado para lo que realmente es importante, los hijos.
Compartir con los hijos su tiempo de juego es muy importante para su correcto desarrollo. Además, la unión afianza lazos y nos hace más fuertes. Ese vínculo que año tras año se va consolidando no se quebrantará tan fácilmente cuando lleguen los problemas propios de la edad, o se vivan situaciones adversas que puedan surgir.
Las necesidades de los niños varían según la edad y los padres debemos adaptarnos a ellas. Cuando el hijo es tan solo un bebé, basta con juegos sencillas y de poca duración, tienen tanto por descubrir que cualquier cosa les llama la atención. A partir de los 3 años ya tienen necesidad de interactuar con otros niños de su edad, pero no por ello tenemos que dejar de jugar con ellos.
Padres e hijos que juegan juntos
Durante el juego los niños se convierten en protagonistas de la vidas de sus padres y eso hace que les aumente la autoestima. Además, se pueden aprovechar los juegos para que aprendan cosas nuevas.
- Los juegos de simulación suelen ser bien acogidos por los pequeños. Imitar a los padres, ejercer diferentes profesiones e inventarse historias suelen ser muy didácticos y entretenidos.
- Pintar, recortar, moldear, enganchar y todo tipo de manualidades les fascina a la gran mayoría y siempre es un recurso rápido y económico. Aunque bien es cierto que son actividades que pueden hacer en solitario, realizarlas juntos les resulta muy gratificante, y también es un momento para conversar.
- Las actividades al aire libre son muy importantes. Futbol, baloncesto, carreras… jugar al escondite, a pillar, etc. es una forma de que realicen ejercicio. Les favorece la psicomotricidad y la coordinación, a la vez que respiran aire fresco y captan la energía del sol. Para los padres también resulta muy beneficioso desconectar de la rutina y mover el cuerpo un poco.
- Para desarrollar las capacidades lingüísticas, y adquieran un mayor vocabulario y mejoren la pronunciación, los juegos del tipo veo-veo, palabras encadenadas, adivinanzas resultan muy prácticos para realizar en cualquier lugar.
- Si eres de los que realmente no dispone de mucho tiempo libre para disfrutar de los hijos, recuerda aquello de que más vale calidad que cantidad. Puedes aprovechar cualquier momento de la rutina cuotidiana para convertirla en un juego: bañarse, cocinar, recoger la casa, etc.
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