09 Mar Hablemos de la salud mental en adolescentes
Que es la salud mental y por qué es tan importante
La salud mental es, según definición de la OMS, un estado de bienestar de cada persona en la que esta, puede realizar sus acometidos, crecer y evolucionar de manera normal según la etapa vital que esté viviendo, siendo capaz de vencer al estrés normal de la vida, considerarse productivo y contribuir en sociedad.
Una buena salud mental es, el estado más óptimo al que deberían aspirar todos los seres humanos, siendo un requisito y no una opción para el bienestar emocional, psicológico y social. Una correcta salud mental funciona como una guía para el humano: le permite superar con éxito la mayoría de problemas con los que se pueda encontrar, mejorando su capacidad de pensar, comunicarse, entenderse a sí mismo, y entender su papel en la vida.
Gracias a los últimos años se está haciendo muchísima más presión y difusión sobre la importancia de promover una buena salud mental en las personas, ya que un buen estado de la misma es importante a todas las edades.
Es un hecho real que, en la niñez, el ser humano empieza a ser consciente del mundo que le rodea y, en la adolescencia, empieza a tener una visión más completa de la percepción de sí mismo. Es en esta época que empezarán a definirse los hábitos sociales y emocionales, una etapa que se comprende desde los 10 años hasta los 19, en la que se experimentan los mayores cambios físicos, psicológicos y emocionales.
El verdadero peligro es no ver cuándo existe un problema de salud mental
Según la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de los trastornos mentales empiezan a la pronta edad de 14 años. También señala que solamente un 10-20% de los adolescentes padecen estos problemas de salud mental, pero que hay casos que ni se diagnostican ni se tratan. Es una enfermedad muy real y a la vez, es la más invisible de todas, ya que solamente en el interior de la persona se batalla contra ella, un diálogo de pensamientos negativos y de miedo, que se mantienen a lo largo de los años.
Un adolescente que crezca en un entorno normal, con una familia como guía vital y soporte emocional, sin problemas de pobreza, violencia, o problemas de salud, tiene muchos más números de que, a la larga, tenga una buena salud mental de base. Aun así, hay muchos otros factores que no tienen nada que ver con tener una buena familia, una situación buena a nivel económico y demás: hablamos de unos factores que dependen mucho del contexto social en el que vivimos y que, por desgracia, se escapan de control y son dinamita para la inexperiencia y el joven cerebro del adolescente.
Estos factores de riesgo pueden ser la presión por encajar en un grupo escolar, la constante sobreinformación y contraindicaciones de las redes sociales que demuestran un mundo irreal, fracaso escolar, etc. En el año 2020, psicólogos y psiquiatras notificaron un repunte de casos de adolescentes con problemas de salud mental. Tanto en consultas públicas como privadas se han visto listas de espera de hasta seis meses para conseguir una primera cita. En España, el porcentaje de adolescentes españoles con problemas de salud mental es superior a la media de Europa, siendo siete puntos más elevados, alcanzando una cifra de 13,6%.
A continuación, vamos a nombrar los trastornos de salud mental más comunes entre los adolescentes de nuestro país. No olvidamos que estos trastornos impiden a la persona llevar a cabo una vida normal, intoxicando sus pensamientos y sus conexiones con las personas.
Los trastornos mentales más comunes en adolescentes
La depresión y la ansiedad son dos de las causas que encabezan la lista de enfermedades mentales en adolescentes. Estas generan a quiénes la padecen un aislamiento voluntario, acompañado de un sentimiento de soledad muy fuerte que, en casos muy extremos, puede concluir en suicidio (la tercera causa de muerte para adolescentes de entre 15 a 19 años).
Los trastornos de conducta son muy frecuentes en esta etapa vital. Existen muchos de ellos, como el TND (Trastorno Negativista Desafiante), o el TDAH (Trastorno de la Atención e Hiperactividad) o el famoso trastorno de la alimentación, el TCA. Este último se caracteriza por generar una imagen distorsionada del cuerpo de la persona, llevándole a situaciones límite como dejar de comer, o darse atracones para luego provocarse el vómito.
Hoy en día se notifican cada vez más las adiciones a las pantallas y a la tecnología que genera una dependencia abismal a los adolescentes que pasan mucho tiempo al teléfono y a las redes sociales, o a los videojuegos. Ya existe un tratamiento especializado para ellos, según informa ITA (el exitoso centro de salud mental en España).
Frente a esta situación solamente cabe señalar a las familias la importancia de vigilar el comportamiento de sus hijos para que, en medida de lo posible, se pueda evitar un trastorno o tratarlo antes de que empiece a convertirse en un problema demasiado grande.
Nunca es una mala idea proporcionar a los adolescentes de un soporte adicional, como un psicólogo, alguien completamente externo a los vínculos familiares, de la escuela y en general, de los contactos del niño/a para que este abra sus pensamientos y sentimientos desde pequeño.
Esta acción genera consecuencias muy buenas: desde una edad muy temprana, el niño podrá razonar y entenderse a sí mismo, ya que podrá darles palabras a sus pensamientos y sentimientos.
Hay que promover la importancia de la salud mental y, desde Club Madres nos enfocaremos a poner nuestro granito de arena para hacerlo.
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