Enuresis nocturna

La enuresis nocturna es la pérdida inconsciente de pipí mientras se duerme. Muchos niños se levantan con la cama mojada, es un problema muy habitual y que preocupa a muchos padres.

Es normal que cuando le retiramos el pañal a nuestro hijo le cueste controlar más el pipi durante la noche que durante el día, y que tarde más tiempo en lograrlo. De hecho solo se debe pensar en la existencia de un problema de enuresis cuando sigue mojando la cama a partir de los 5 años de edad.

Por la noche nuestro cuerpo tiene una serie de mecanismos para retener el pipí. El cuerpo produce menos orina, la vejiga tiene más capacidad de almacenamiento y nuestro cuerpo despierta si la sensación de orinar es intensa. Cuando un niño se orina durante la noche es indicativo que uno o varios de estos factores no funcionan correctamente.

Existe también la posibilidad de que niños que ya tenían controlado este tema vuelvan a mojar la cama. Suele suceder tras cambios que le han afectado emocionalmente, como la llegada de un hermanito, la separación de los padres, un cambio de centro escolar, un traslado, etc.

En cualquier caso no debemos dejarnos llevar por el enfado, debemos estar calmados y evitar que afecte a su autoestima. Los niños que sufren este problema lo pasan realmente mal y éste sentimiento se hace mayor cuanto más edad tiene el niño. Sentimientos de culpa, frustración, miedo a dormir… son los que se apoderan del pequeño. Por eso debemos afrontar el tema con cautela y mucho cariño para que vea que no le culpamos sino que le queremos ayudar a controlar la enuresis.

En casa podemos tomar unos hábitos que ayudarán a nuestro hijo:

  • Establecer una rutina antes de ir a dormir. Cenar, lavarse los dientes, leer un cuento e ir a hacer un pipí. Intentar hacer estos pasos en las mismas horas educará al cuerpo a hacer pipí a esa hora.
  • No irse a la cama justo después de cenar. Debemos dejar que se llene la vejiga con lo que hemos cenado y antes de ir a dormir poderlo expulsar.
  • No beber muchos líquidos durante la cena y no tomar nada antes justo de ir a dormir.
  • Levantarlo al menos una vez durante la noche para que vaya al baño.

Si pese a las medidas que tomamos en casa el problema persiste debemos acudir a un especialista que evaluará a nuestro hijo y nos ayudará con el tratamiento.

 

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