Conservar el cordón umbilical

En la sangre del cordón umbilical están presentes unas células madre con un gran potencial terapéutico. Son muy útiles para el tratamiento de enfermedades tales como la leucemia, la osteoporosis y la anemia de Falconi entre otras, y las investigaciones apuntan a que en un futuro servirán para tratar otras muchas patologías.

Las células madres son capaces de transformarse en cualquier tipo de célula sanguínea, por lo que al implantarse en la persona enferma regenera las células y el tejido dañado.

Hasta no hace mucho el cordón umbilical era desechado tras el parto, pero ahora son muchas las familias que deciden donarlo a un banco público o conservarlo para uso propio en un banco privado.

Donación a bancos públicos

Si estás embarazada y has decidido donar el cordón umbilical de tu hijo a un banco público has de saber que:

  • Has de acudir a una de las maternidades autorizadas. Puedes informarte del centro en la web de la Organización Nacional de Trasplantes (en España): www.ont.es
  • Las células madres se registraran en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO), y podrán ser utilizadas por cualquier persona que lo necesite y que sea compatible.
  • No se te cobrará por la extracción ni por el almacenamiento. Y tampoco se te compensará económicamente.
  • Deberás firmar un documento de Consentimiento Informado antes del parto.
  • Es necesario que presentes tu historia clínica para descartar que sufras alguna enfermedad que contraindicaría el uso de la sangre del cordón.
  • En el momento del parto se te hará una analítica de sangre para descartar infecciones como la hepatitis.
  • En el momento del nacimiento al bebé, se le realizará un examen clínico.

Conservación en bancos privados

Si lo que quieres es guardar el cordón umbilical de tu hijo para uso personal o familiar tu opción es contactar con un banco privado. En España existen bancos privados mixtos, es decir, que la titularidad de la sangre extraída es tuya mientras no aparezca un receptor compatible con ella. Otra opción es elegir un banco privado que lo almacene en el extranjero, donde la legislación es diferente. En cualquier caso deberás elegir el banco que más te interese y asegurarte que en la clínica donde quieres dar a luz no habrá impedimentos para realizar la extracción.

El banco necesitará:

  • Que presentes tu historial clínico para descartar que sufras alguna enfermedad, como la hepatitis, que contraindicaría el uso de la sangre del cordón.
  • Un primer pago (no reembolsable en caso de no poderse hacer finalmente el almacenamiento) por el kit de extracción, trasporte y análisis previos, que oscila entre los 300 y  500 euros.
  • Un segundo y último pago por el procesamiento, análisis complementarios y almacenamiento durante 20 años, que oscila entre 1000 y 2500 euros y que no se tendría que abonar si no se efectúa la conservación.
  • En el caso de elegir un banco privado mixto y que un enfermo ajeno a tu círculo familiar sea el receptor de la sangre de tu cordón, se te devolvería los pagos realizados.

También debes saber:

  • Que tu tendrás la titularidad de la sangre y por lo tanto el derecho de que se te informe de todo el proceso que tiene lugar desde la extracción hasta que se logra el almacenamiento.
  • Que para enfermedades congénitas el uso antólogo (para uno mismo) no está indicado pues la sangre conservada sería portadora de la enfermedad.

Bancos privados (en España):

Las vías de investigación en el campo de las células madre son muy amplias y se están estudiando terapias con estas células para la lucha contra enfermedades como el parkison, diabetes, alzheimer, etcétera. Se ha descubierto que el potencial de las células madre para el tratamiento y curación de enfermedades es altísimo por lo que es una buena opción no desechar el cordón sino optar por guardarlo ya sea en un banco público como privado.

LIBROS RECOMENDADOS


Cuando la vida cura
Un libro que no deja indiferente a nadie y que invita a reflexionar. Una obra que recomendamos especialmente a todas aquellas personas que tienen un hijo enfermo y se encuentran desoladas, sin fuerzas, sin mucha ayuda, ni comprensión, y con las puertas cerradas. Eso es lo que le ha tocado vivir a la autora de este libro, Esther González, cuanto los médicos le detectaron a su bebé una enfermedad crónica   sigue leyendo >>>

 

2 Comentarios