La leche materna es el mejor alimento que podemos ofrecer a nuestro hijo. A él le aporta, no solo, todas las sustancias nutritivas para su desarrollo sino que además le protege de las infecciones y a nosotras, la lactancia, nos previene de algunas enfermedades.
Si tu hijo escarba el plato apartando ciertos alimentos, si cuando se sienta a la mesa no quiere comer porque dice que no le gusta… no te pongas nerviosa, aquí encontraras algunas recomendaciones y trucos para mejorar esa situación.