09 Mar La televisión ¿uso o abuso?

El ritmo de vida que se vive actualmente es demasiado agitado, rápido, sobrecargado y en definitiva muy estresante. Y son en demasiadas ocasiones, en las que utilizamos la televisión como medio de tener entretenidos a nuestros hijos para poder así, atender todas nuestras tareas.

A lo largo del día debemos trabajar, comprar, limpiar, cocinar, atender a nuestros hijos, jugar con ellos para que se entretengan, descansar… pero el día solo tiene 24h. Ante este ritmo de vida es muy comprensible que optemos por encender la tele para que nuestros hijos estén entretenidos y nos dejen acabar de realizar las tareas pendientes. Pero el problema de esta situación no es encender el televisor en caso de “emergencia” sino que, comprobando la eficacia del método, acabamos utilizándolo demasiado. El tiempo que pasan los niños y los adolescentes mirando la televisión va en aumento y, llega el momento en el que además de perder el control del tiempo que pasan hipnotizados delante de la pantalla perdemos también el control de los programas que ven, y su contenido, con los problemas que conlleva.

Abuso de la televisión

Aunque puede parecer que la televisión es una amenaza para la educación de los hijos, en realidad es el uso indiscriminado e ilimitado que se hace de ella. Un exceso de televisión tiene consecuencias poco saludables a largo plazo:

• La falta de movimiento incide en el sobrepeso infantil y la obesidad.
• La tele acapara hasta el punto en el que el niño ya no quiere salir a jugar con sus amigos, hermanos o compañeros, por lo que la comunicación va menguando.
• La falta de comunicación convierte al niño en una persona más introvertida y menos sociable (con los padres, hermanos, familiares, amigos, compañeros, profesores…)
• La tele acaba siendo lo más importante de su vida, el centro de atención de su mundo, y piensa que todo lo que se emite es verídico y real.
• Las horas que los niños están viendo la tele son en detrimento de otras actividades importantes como son las tareas escolares, la lectura, el ejercicio físico, por ejemplo.
• Fatiga ocular al estar fijando la vista constantemente a imágenes próximas y en movimiento.

Para hacer un buen uso de la televisión

La televisión, al igual que Internet, tiene sus ventajas, es una ventana al mundo que aporta mucha información y puede llegar a ser un buen entretenimiento pero, para poder extraer los beneficios sin caer en un mal uso tan solo deberás establecer unas normas:

• Marca un horario de visionado, teniendo en cuenta que no se pueden superar los 30 ó 60 minutos diarios (según la edad del niño y si es fin de semana o no).
• Elige, junto con tu hijo,  minuciosamente los programas en función de su edad.
• No le dejes nunca solo viendo la tele. Esta bien que tú también puedas echarle un ojo a lo que está viendo de vez en cuando.
• No permitas que vea contenidos violentos, sexistas, discriminatorios y en general nada idóneos para su correcta educación.
• Promueve un uso racional, no hay mejor lección que predicar con el ejemplo. Si vosotros veis horas y horas de tele, vuestros hijos verán normal esa actitud y adquirirán el mismo hábito.
• Ofrécele alternativas: juegos, libros, manualidades, pasear, cocinar, escuchar música, etcétera.
• La tele no es prioritaria, así que cuando llegue del colegio, lo primero es la obligación y después la devoción. Si quiere ver un programa en un momento inapropiado tan solo deberás grabarlo para que lo vea cuando acabe los deberes.
• A la hora de seleccionar los programas recuerda que los niños menores de 4 años no diferencian entre realidad y fantasía.
• No encender el televisor durante las comidas, es importante que no sea el centro de atención en las veladas familiares.
• No tengas la tele de fondo, encendida todo el día, aunque no la estés viendo, por el simple hecho de que te “hace compañía”, es mejor poner música.
• Elimina la tele de su dormitorio.
• Los niños menores de 2 años no deberán de ver nada de televisión.
• Explícale que los anuncios de la tele los hacen para incitar y desear juguetes que en realidad no necesitan, no porque los tenga tu hijo será más feliz.
• Lista las normas y horarios y colócalas cerca de la tele para que estén a la vista y muy presentes, al menos hasta que se adquiera un buen hábito de uso.