Afrontar miedos e inquietudes del embarazo

El nacimiento de un hijo es uno de los momentos vitales de mayor intensidad en la vida de una mujer, y seguramente que en la del hombre también. La mujer se la juega no solo física sino emocionalmente también, y es que es raro que una mujer no tenga miedo al parto. Suele ser el momento más temido de la maternidad. La futura madre se suele ver asaltada por temores y ansiedades (…).

El parto no solo es un proceso fisiológico que se inicia con unas contracciones uterinas y termina con el desprendimiento o expulsión de la placenta. El parto supone además todo un recorrido emocional.

Por más que nos preparen teórica y prácticamente para el parto, hemos de tener en cuenta que se trata de una experiencia única, irrepetible e indescriptible. La mujer se enfrenta a algo que no ha vivido nunca, que va tener lugar en su cuerpo, que no sabe cómo va a resolver ni cómo se va a desarrollar, y esto siempre inquieta.

No es lo mismo el parto que la vivencia del parto. La experiencia será positiva si la mujer tiene confianza en sí misma, en su cuerpo y en su capacidad para enfrentarse ala maternidad en general. Si se llena de temores y dudas sobre si será capaz, si no se siente segura ni apoyada por sus figuras significativas 8su pareja y madre, fundamentalmente), la vivencia del parto puede llegar a ser negativa, decepcionante e incluso precursora de problemas en el posparto y dificultades en la lactancia y vinculación con su hijo.

El parto va a ser una experiencia de tal intensidad que supondrá un hito en la historia o biografía de la mujer, de la cual saldrá cambiada, para mejor, para peor, hundida, reforzada, empoderada, con más o menos confianza en sí misma, El cómo vivimos nuestro parto quedará grabado para siempre en nuestra mente y condicionará, cuando no determinará, la relación con nuestro hijo. De ahí la importancia de cuidar tanto este momento vital para la mujer, de cara a un buen establecimiento del vínculo con el bebé y el bienestar afectivo de ambos.

El parto y su resultado suponen una dura prueba que hay que superar y de la puedes salir fortalecida o con una gran sensación de fracaso e inutilidad. Y lo tremendo de esto es que la dulzura o amargura con la que lleguemos a casa con nuestro bebé nos acompañará por mucho tiempo y afectará así a los primeros tiempos de crianza y a la relación de pareja.

En el parto debería acompañarnos fundamentalmente nuestra pareja cuando la hay y si quiere, ya que el nacimiento es del hijo de ambos, fruto de una relación de amor y de un proyecto en común. Cuando el padre está presente apoyando de un modo activo el proceso de parto y la mujer se siente respaldada, segura, apoyada, cuidada y atendida, las cosas se resuelven de un modo mucho más fluido y eficaz.

Que la vivencia del parto sea satisfactoria ayudará a que la crianza de ese hijo también lo sea, y a que el padre pueda respetar y cuidar los espacios de madre e hijo y construir entre ambos una nueva familia, superando las dificultades que vayan surgiendo y disfrutando y compartiendo las diferentes fases por las que pasará el bebé.

Si el padre, por los motivos que sea, no puede o no quiere acompañar a la madre en el momento del parto, es importante que la mujer elija a una persona (preferiblemente mujer, que haya pasado por la experiencia de un parto) que le transmita apoyo y confianza en sí misma y en su capacidad para parir. Es en este punto donde la propia madres de la mujer que va a dar a luz probablemente no pueda ser de tanta ayuda como una hermana mayor, una amiga, una tía… La mujer necesita la visión de alguien que la vea como mujer, con poder, no como una niña que sufre y a la que hay que consolar o cuyo dolor hay que mitigar a toda costa.

La cesárea es una operación que puede conllevar unas consecuencias emocionales y afectivas que se arrastren durante años. Es importante que se pueda dar espacio y escucha a la vivencia de la madre de esa cesárea y lo que ha supuesto para ella. Esto redundará en que la madre se restablezca pronto a nivel emocional y pueda vincularse de un modo adecuado con su bebé, sin quedarse atrapada en la herida emocional que le supuso no tener el parto soñado, no haber sido capaz de parir.

Extracto del libro: Embarazo y crianza. Ante todo mucha calma  Autoras: Natalia Valverde y Sabina del Río
238 págs. · Tapa blanda · 15×23 cm · ISBN: 9788490606261 · PVP: 17,90 € · COMPRAR

Tags:
,
No hay comentarios

Deja tu comentario