Problemas de aprendizaje

Cada vez se da mayor importancia a los problemas que tienen los niños para alcanzar los objetivos mínimos educativos marcados, y es que si se toman medidas a tiempo las probabilidades de evitar el fracaso escolar son elevadas.Algunas décadas atrás cuando a un alumno le costaba aprender las tareas básicas del colegio como eran leer, escribir o sumar, se le catalogaba como no apto para los estudios, consiguiendo un estancamiento, una falta de evolución y en cualquier caso un empeoramiento de la situación. Hoy en día se sabe que en el proceso del aprendizaje intervienen numerosos factores y, si alguno de ellos no se desarrolla al ritmo esperado, puede producirse un desequilibrio.

Ante un niño que presenta dificultades en el aprendizaje es imprescindible actuar de inmediato, por eso te ofrecemos algunos consejos:

  • Abordar el asunto lo antes posible. A menudo sucede que se retrasan decisiones y actuaciones, muchas veces es debido a los padres les cuesta aceptar las dificultades de sus hijos, pero éste es un asunto que necesita de una rápida solución. Los niños se dan cuanta de que les cuesta, de que no rinden igual que sus compañeros y eso les puede provocar un sentimiento de inferioridad e incomodidad que lo único que hace es acrecentar el problema.
  • Comunicación con el profesorado. Los educadores son los profesionales que están compartiendo ese desarrollo educativo. Están formados para atender ese tipo de situaciones y ayudar al niño de una manera personalizada e individualizada. Todo problema debe ser consultado con ellos para establecer un protocolo de actuación.
  • Consultar a un especialista. Actualmente hay especialistas formados para ayudar a los niños, que tras realizar un diagnóstico pueden valorar cual es el origen del problema, tanto si las causas son congénitas como de carácter emocional, existen ejercicios de reeducación para estimular esa vertiente de la mente infantil que no ha madurado lo suficiente. Una consulta a tiempo puede evitar males mayores, ya que el aprendizaje es progresivo y es difícil avanzar sin una base sólida.
  • Analizar si hay algún problema emocional de trasfondo: La llegada de un hermano a la familia, una mudanza, problemas en el ámbito familiar, o cualquier otro asunto similar, puede ser la causa de falta de atención o concentración.
  • Un lugar de estudio adecuado: Es necesario que los niños tengan un espacio libre de distracciones y bien iluminado en el que poder trabajar, leer, hacer deberes… Sin ruidos, ni interrupciones, con una mesa y silla adaptados a su estatura.
  • Establecer rutinas: En el colegio o centro de estudios es donde dedicarán la mayor parte de su tiempo dedicado al aprendizaje de materias pero en casa también pueden hacer un repaso de aquellas asignaturas en las que presenta mayor dificultad. Buscar un momento concreto al día para dedicarle al repaso es fundamental, y si siempre es a la misma hora se estable una rutina muy beneficiosa. No necesariamente ha de ser un rato amplio, puede bastar con media hora para afianzar el hábito y si se optimiza el tiempo puede ser suficiente para ir repasando las dudas.
  • Mostrar interés y apoyo. Los padres tenemos que apoyar, compartir y valorar el trabajo y el esfuerzo de los hijos. De esta forma se sienten más seguros y respaldados, fortaleciéndose así su autoestima y madurez. Diferenciar entre tiempo de calidad y cantidad, pues más vale dedicarle unos minutos pero que en ese tiempo disfruten de tu total atención.

Cuando un niño tiene problemas de aprendizaje es muy importante estar abiertos a las observaciones e indicaciones de profesores, psicólogos o pedagogos, ya que una pequeña modificación en nuestra actitud puede representar una gran ayuda y mejora para el niño.

 

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